La Autopista AP-7 representa la columna vertebral de las comunicaciones terrestres de la Comunidad Valenciana, clave para interpretar y definir su ordenación territorial e imagen del paisaje que se proyecta en el exterior a los numerosos usuarios que la recorren en su camino hacia Europa, el Sur de España, o que permanecen y habitan en el territorio valenciano.

Su estructura divide las provincias que atraviesa en una tácita línea que separa el interior de la costa, al discurrir en toda su longitud paralela a la orilla del mar. En ese suceder recorre los paisajes más representativos de la Comunidad, por lo que se puede interpretar como un elemento potenciador de la percepción del paisaje, determinante a la hora de emitir, incidir y fijar las vistas que perciben los ciudadanos y, en especial, los usuarios. Se considera, por tanto, concluyente en la valoración visual del territorio, necesaria para acercar la belleza del entorno natural o humanizado de la región a los vecinos o visitantes. Se trata de una infraestructura necesaria como generador de vistas.

 

Asimismo, constituye un componente habitual del paisaje, siendo una expresión del nivel de desarrollo de un territorio y percibido como tal en la mayor parte de la población, que la suele utilizar con frecuencia. En este proyecto se definieron las posibilidades de potenciación de los paisajes locales que atraviesa la autopista a su paso por la Comunidad Valenciana.